El SR-71 es uno de los aviones más legendarios, reconocibles, hermosos y sofisticados del mundo. Aún cuando han pasado viarias décadas desde su último vuelo, su diseño, adelantado a su tiempo, no deja indiferente a nadie.
El SR-71 es un avión iconico que hizo época, es difícil que su diseño pase desapercibido debido a sus dos grandes góndolas donde van incrustrados sus poderosos motores.
La historia de este legendario avión ya está mas que documentada, sin embargo, hay datos y curiosidades que casi no son de dominio público, o bien, se han perdido entre los numerosos avances en el mundo.
Para los que aún no lo conocen, el SR-71 Blackbird es un avión de reconocimiento estratégico desarrollado durante la Guerra Fría, de largo alcance y gran altitud, que además desarrolla una velocidad promedio de Mach 3, que fue fabricado por la empresa estadounidense de armas Lockheed Martind durante la década de los 60’s, y basado en el avión de reconocimiento A-12, externamente muy similar, pero ligeramente más grande y pesado, con el único objetivo de sobrevolar la URSS en busca de información importante para el Pentágono.
Si alguien quiere la historia completa del avión, se puede consultar en la Wikipedia, o en las páginas del Imperial War Museum… Les dejo un video de ese museo (En ingles, traducciones disponibles)
Curiosidades poco conocidas del Blackbird:
En el video lo retoman superficialmente, pero el avión se expandia en vuelo: Debido a las altas temperaturas que llegaba a alcanzar al volar a velocidades sobre Mach 3 (Mas de 3,500 km por hora), los paneles de titanio tendian a deformarse por dilatación, por lo que para solucionar esto, los ingenieros diseñaron el fuselaje con ligeras brechas entre paneles. Como resultado de esto, el avion en tierra tiraba combustible, por lo que debía iniciar su vuelo con poco combustible y debía ser reabastecido en vuelo. Ya en vuelo y con las altas temperaturas, el titanio se expandiria y sellaba las brechas, por lo que dejaba de tirar combustible.
Requería combustible especial: El SR-71 utilizaba un tipo de combustible único en su tipo, conocido como JP-7, que era resistente a altas temperaturas generadas durante el vuelo supersonico. El JP-7 tenía un punto de inflamación tan alto que incluso se podía lanzar un fósforo encendido en él sin que se incendiara.
Los pilotos llevaban trajes espaciales: Como ya mencionaron el en video, debido a la altitud extrema a las que volaba el SR-71 (25,900 metros), los pilotos usaban trajes presurizados similares a los que usaban los astronautas. A esa altitud, de producirse una despresurizacion, los pilotos habrian quedado expuestos a una atmósfera donde la presión es tan baja que los fluidos corporales comienzan a hervir.
El SR-71 aceleraba para esquivar misiles: A menudo se dice que durante las misiones de reconocimiento, el avión fue blanco de cientos de misiles disparados por sistemas de defensa AA, sin embargo, ninguno logró derribarlo. Cuando se detectaba un misil en su radar, la maniobra evasiva mas común era simplemente acelerar. Los misiles no podían mantener la velocidad del SR-71, por lo que les era imposible alcanzarlo.
El fuselaje contenia un recubrimiento especial: Aunque el SR-71 no era «invisible», como los aviones furtivos modernos, su estructura estaba recubierta con un material absorbente al radar, y pintura especial que reducia su firma. Esto lo hacía más difícil de detectar, aunque no era completamente indetectable.
El titanio se obtuvo de la URSS: El SR-71 se construyó con grandes cantidades de titanio, que en ese momento y hasta hoy sigue siendo difícil de conseguir en grandes cantidades. Irónicamente, una parte de ese titanio necesario para su construcción se obtuvo a través de empresas fachada en la propia URSS, el mismo país contra quien iba dirigido el avión.
Y por último, el tiempo récord de su desarrollo: Fue diseñado y construido en secreto en los años 60’s por la famosa division Skunk Works de Lockheed, dirigida por el ingeniero Clarence «Kelly» Johnson. Lo impresionante es que desde la concepción del proyecto hasta el primer vuelo pasaron sólo 32 meses, un tiempo increíblemente corto para un avión tan revolucionario. Es aún mas impresionante si tomamos en cuenta que la industra tuvo que desarrollar nuevas técnicas para trabajar con el titanio, que constituia el 90% del avión. Un logro que no se ha vuelto a repetir.
Para lograr esta hazaña, hay aspectos clave que lo explican:
1. Liderazgo de Clarence «Kelly» Johnson y Skunk Works: Kelly Johnson, el ingeniero jefe de Skunk Works (la división de desarrollo avanzado de Lockheed), tenía una habilidad increíble para simplificar diseños y acelerar procesos. Bajo su dirección, el equipo tenía la libertad de operar de manera más ágil y con menos burocracia que la típica en las grandes corporaciones o agencias gubernamentales. Skunk Works tenía una filosofía de trabajo que se centraba en equipos pequeños y extremadamente competentes, con una comunicación fluida y un enfoque en resolver problemas rápidamente.
2. Experiencia previa con el A-12 Oxcart: Antes del SR-71, Lockheed había desarrollado el A-12 Oxcart, un avión de reconocimiento para la CIA que fue el predecesor directo del SR-71. El A-12 ya incluía muchas de las innovaciones necesarias para el Blackbird, como su diseño de baja observabilidad (reducido en el radar) y su capacidad para volar a altitudes y velocidades extremas. Como el SR-71 fue en gran parte una evolución del A-12, pudieron aprovechar muchos avances previos, lo que aceleró su desarrollo.
3. Pruebas simultáneas y diseño iterativo: Lockheed adoptó un enfoque de «prueba y error» rápido, donde las pruebas y el diseño se realizaban casi simultáneamente. Esto reducía significativamente el tiempo entre el diseño y el vuelo. En lugar de esperar a que un diseño estuviera completamente finalizado antes de las pruebas, el equipo comenzaba a construir y probar componentes individuales en paralelo al diseño del avión. El uso de maquetas a gran escala y modelos a pequeña escala para pruebas aerodinámicas en túneles de viento también permitió a los ingenieros ajustar rápidamente el diseño del avión antes de construir prototipos a gran escala.
4. Uso pionero de tecnologías avanzadas: Materiales avanzados: El SR-71 fue uno de los primeros aviones en utilizar titanio en grandes cantidades. Aunque trabajar con este metal presentaba desafíos técnicos, Lockheed desarrolló rápidamente nuevas técnicas y procedimientos para manufacturar y ensamblar las piezas. El uso del titanio fue clave para soportar las altísimas temperaturas del vuelo a Mach 3. Innovación en diseño: El avión estaba lleno de nuevas tecnologías, como sistemas de refrigeración para los motores y combustible especializado (JP-7). Aunque cada nuevo avance presentaba retos, los ingenieros de Skunk Works se enfocaron en resolver los problemas uno a uno y evitaron esperar soluciones externas.
5. Colaboración directa con el gobierno: El desarrollo del SR-71 contó con un fuerte apoyo del gobierno estadounidense y, en particular, de la Fuerza Aérea y la CIA. Al ser una prioridad estratégica, el proyecto recibió fondos sin demoras burocráticas y se les permitió operar con un alto grado de confidencialidad y autonomía. Dado que el avión era visto como una herramienta crítica en el contexto de la Guerra Fría, las agencias estaban dispuestas a tomar riesgos y permitir que el equipo Skunk Works se saltara algunos procesos estándar para ganar tiempo.
6. Una cultura de enfoque y eficiencia: En Skunk Works, había una cultura clara de «hacer más con menos». La compañía empleaba un enfoque de ingeniería minimalista, evitando burocracias y decisiones innecesarias. Los ingenieros y técnicos trabajaban en estrecha colaboración, lo que significaba que las decisiones se tomaban rápidamente, sin necesidad de pasar por múltiples niveles de aprobación. Kelly Johnson también estableció 14 reglas para Skunk Works, que incluían directrices como mantener los equipos pequeños y de élite, y evitar la intervención externa siempre que fuera posible.
7. Espionaje y presión internacional: En el contexto de la Guerra Fría, la presión para obtener superioridad en inteligencia y tecnología contra la Unión Soviética era inmensa. El derribo del U-2 en 1960 mostró las limitaciones de los aviones de reconocimiento anteriores, lo que impulsó la necesidad de un avión como el SR-71 que pudiera volar más alto, más rápido y más lejos que cualquier otro. Esta urgencia estratégica contribuyó a una mayor eficiencia y celeridad en el proceso.
8. Innovación en los motores J58: Los motores Pratt & Whitney J58 del SR-71 eran revolucionarios, diseñados específicamente para operar tanto como turborreactores convencionales a bajas velocidades, como «ramjets» a velocidades supersónicas. Aunque el desarrollo de estos motores era complejo, la experiencia previa de Pratt & Whitney con otros proyectos militares ayudó a reducir el tiempo de desarrollo, permitiendo que los motores fueran integrados rápidamente en el diseño del SR-71.
En resumen, el desarrollo del SR-71 en un plazo tan corto fue el resultado de una combinación de factores: un equipo pequeño, altamente eficiente y talentoso en Skunk Works; la experiencia previa con el A-12; un enfoque interativo en el diseño y las pruebas; el uso de tecnologías innovadoras; y un apoyo gubernamental directo y comprometido. Todo esto permitió que el avión fuera construido en un tiempo récord, estableciendo nuevos estándares en la aviación militar.